¿Por qué una copla, de pronto, nos gusta tanto?

Después de hace unas semanas de parón por el trabajo que cada vez me absorbe y me come más, hago un hueco para actualizar.
Desde hace unos días, escucho una y otra vez "Silvertown Blues", del album "Sailing To Philadelphia" de Mark Knopfler.
Este genio perdido por la grandiosidad y el perfeccionismo ha terminado en convertirse en alguien terriblemente aburrido. Pero, de pronto, y después de pasar desapercibida decenas de veces, esta copla que mencionaba, me ha enganchado terriblemente. Para nada es una composición menor, al contrario. Tiene unas guitarras estupendas (eso no es novedad) y está muy bien construida. Pero además, Chris Difford está pletórico junto a Knopfler en las voces.
En una palabra: soberbia.